El actor Manuel Manquiña entró con fuerza en nuestras vidas gracias a Airbag (1997), la comedia de Juanma Bajo Ulloa. Muchos recuerdan aún el inolvidable acento gallego en su frase "interesante, no, mujer, estresante" o al presentarnos la "Submachibúm", un arma de precisión en manos de un matón de poca monta. El tiempo desde entonces ha pasado y, aunque sigue haciendo cine, Manquiña se ha rendido a su gran pasión: la Música. El vigués nos cuenta cómo es ahora su vida.
¿Cómo es actualmente tu relación con el cine?
Mi relación con el cine siempre es buena. Es divertido trabajar en películas y a veces hasta resulta interesante. Cada proyecto tiene su propio carácter y resulta fascinante ver la ilusión con la que los diferentes implicados, guionistas, directores, etc. defienden su propuesta. Es un arte que exige una gran entrega y las personas que están en ese proyecto desde el principio le dedican muchas horas y dan mucho de sí mismas. Yo como actor, lo veo con responsabilidad pero con un poco más de distancia. Mi implicación, por muy grande que sea nunca estará a la altura de esas personas.
¿Qué tiene que tener una película para que participes en ella?
¿La verdad? Pues a veces no he sido demasiado exigente. He leído y aceptado guiones que sabes que no son especialmente extraordinarios pero crees que la propuesta de personaje que te hacen es defendible y que tu trabajo puede aportar algo bueno. Si lo consigues te da una pequeña satisfacción. Lo cierto es que cuando inicias un rodaje, no sabes cómo va a resultar el trabajo de conjunto. Por eso, el vértigo del primer día es inevitable. Cuando ruedas tu primer plano, ya has iniciado el dibujo de ese personaje y aquí ni hay “goma de borrar”
¿Y para participar en un cortometraje? ¿Cómo te dejas convencer?
No me gusta mucho participar en cortos. Es cierto que he hecho algunos que además han resultado exitosos, se me ocurre ahora “El Figurante” pero el criterio que sigo es el de que el guión merezca la pena. Ya que no hay compensación económica, por lo menos que el trabajo te haga sentir feliz. ¡Je, je! La verdad es que no siempre lo he conseguido, y reconozco que a veces el criterio es simplemente la amistad con el director.
¿Cuál es tu cine favorito?
No tengo un género favorito. Me gustan obras muy distintas, con estética y narrativas diferentes, producciones baratas extraordinarias
y producciones carísimas extraordinarias también. Creo que soy como todo el mundo, puedo gozar con Hitchcock y con “El Verdugo” de Berlanga. Con “Casino” de Scorsese y con la trilogía de “El Padrino” o con las dos primeras para ser justos. Pero me gustan los Coen, Stanley Kubrick y Spielberg o el recientemente desaparecido Eugenio Martín, Claudio Guerín, Juan Antonio Bardem. En fin, como ves nada original. Me gusta lo bueno y tan distinto que eso es lo que hace del cine un arte maravilloso donde cada uno puede encontrar sus tesoros. Es un arcón sin fondo. Pasen y vean.
La música es ahora tu pasión. ¿Desde hace cuánto tiempo lo es? ¿Cómo entraste en contacto con ella?
La música es otra de las Artes Grandes. Me relaciono con ella desde muy pequeño. En mi casa siempre se cantó. Mi madre cantaba, mis hermanas cantan, mi padre cantaba también, se hacían las tareas domésticas cantando con la mayor naturalidad. Cantábamos en las fiestas desde niños y se cantaban muchos géneros distintos, copla, bolero, tango, ranchera, zarzuela. Tengo el oído muy hecho a la música y la afinación desde siempre así que me resulta de lo más natural. Luego llegó el Pop y el Rock y un mundo de color se abrió para muchos. En los alegres años 60´s yo era como una esponja que lo absorbía todo por eso las décadas 60´s y 70´s son tal vez las que más influyeron en mí. Tuve una banda muy divertida en los años 80´s “El Sporting de Transilvania” y una muy divertida también ahora que se llama “Los Fabulosos Weekend” ¡Ja, ja! Entra en Youtube y búscanos. ¡Te Divertirás!
En serio, la música es un placer sanísimo.
¿Quiénes son los Fabulosos Weekend y qué tipo de música hacéis?
Los FW hacemos versiones en inglés y español con letras traducidas, o adaptadas u originales o inventadas en la mayoría de los casos. Damos importancia a las armonías vocales. Somos cinco miembros y todos cantamos o hacemos coros según las preferencias de cada uno.
¿Qué tipo de música escuchas?
La música que escucho es como el cine que veo. Toda, todo el tiempo. Me gustan el Pop, el Soul, la Ranchera o el Corrido, las orquestas de Dixie, me emociono con La Novena, el Country... dame una buena canción del género que sea y seguro que la voy a disfrutar.
¿Me hablaste de un bonito proyecto de músicas navideñas, no? Cuéntame en qué consiste.
Pues resultó muy bien. En síntesis era hacer una gira en fechas Navideñas con “La Oca Band” con un repertorio de villancicos en inglés, castellano y gallego.
La orquesta son diez componentes, con una preciosa sección de metales y tres voces, una masculina y dos femeninas. Me invitaron a cantar con ellos y resultó maravilloso y gratificante porque me dí el gustazo de proponer dos Panxoliñas, que es como se dice Villancico en galego, de “Los Tamara” y la propuesta fue aceptada. Es decir que además de cantar lo hice a la carta.
Los gallegos son unos afortunados, pero ¿Cuándo vamos a poder disfrutar de tu música fuera de Galicia?
¡Gracias! La verdad es que hicimos pocas salidas fuera de Galicia. La banda está formada por un maestro de música, un funcionario de la Xunta de Galicia, un ginecólogo y solamente dos personas tenemos dedicación completa al artisteo.
Hemos estado en Segovia y tuvimos que rechazar alguna propuesta para León y Ponferrada por lo dicho anteriormente. También no propusieron actuar en Ávila pero es un palizón para los que tienen que estar el lunes a las 8.00h en su puesto.
Te sientes tan a gusto en Galicia que te da pereza salir de allí, ¿verdad? Dicen que hay un gallego en la luna, pero a ti, de momento, eso no te interesa, ¿no?
Pues mira la Luna precisamente es un sitio que me tiene enamorado. Vivo en el campo, tengo una buena calidad de cielo para la observación y unos binoculares que me permiten fascinarme con los cráteres, mares y bahías de la Luna. Muchas veces me imagino paseando por sus valles polvorientos y jugar en el borde de la luz que en astronomía se llama “Terminador”. ¿A que es un nombre deliciosamente sugerente? “Terminador” Porque la Luna es como un gran plató rodeado de tela negra e iluminado por un gran foco, solo que mucho más peligrosa. Pero ciertamente esa fue una decisión que tomé hace años. Renunciar a determinadas cosas a cambio de otras y una de esas otras era permanecer toda la familia en Galicia. Nunca sabremos qué habría pasado si hubiéramos decidido trasladarnos a Madrid, por ejemplo, pero en cualquier caso nunca nos arrepentimos.
¿Cuál era tu sueño de niño? ¿Se ha cumplido?
Mi sueño de niño era tener un coche de pedales y correr grandes aventuras por el pasillo de casa. ¡No! Nunca se cumplió. Tuve el pasillo, tuve las aventuras pero no tuve el coche de pedales.
¿Qué nuevos proyectos tienes a corto, medio o largo plazo?
Pues tengo pendientes estrenos de televisión, supongo que cuando se publique esto, se habrá estrenado la segunda temporada de “Marea Negra”. También hay pendientes dos estrenos de cine. Y seguimos trabajando con la orquesta aunque ese es un mercado más de verano y desde luego el universo monólogos, que no se muy bien por qué, pero sigue funcionando muy bien.
¿Qué proyecto te gustaría emprender en los próximos años?
Esta siempre es una pregunta difícil de contestar. ¿Qué personaje me gustaría hacer?
¿Qué proyecto me gustaría emprender? La verdad es que con ser invitado a los proyectos de los demás, teatro, cine, televisión, música etc. tengo calmada el ansia de escena. Ahora mismo tengo delante de mi, un Set-List con las canciones de la próxima actuación de “Fabulosos”. Dos letras de canciones que escribí pero que no teníamos en repertorio y me tengo que aprender. Dos guiones que hay que leer y a los que hay que dar respuesta. Preparar las actuaciones de febrero con monólogo y música.
Ensayar teatro que hace tiempo no representamos y los textos se olvidan y pierden sentido. La verdad, no me veo con capacidad de tener más proyectos. En serio, nuestra vida siempre es un batiburrillo de papeles, libretos y notas sueltas por encima de las mesas. Si a eso le añades el ensayo de canciones en casa, no me sorprende que a veces mi mujer me diga: “Canta para ti que de tanto oírte tengo todo el día esa letra en la cabeza”